viernes, 9 de mayo de 2014

Belleza ¿a dónde te han llevado?

Atardecer en la Barceloneta






Parece que el arte se ha olvidado de la belleza. Parece como que las necesidades expresivas de los artistas modernos van por otros caminos, en dirección distinta a lo hermoso, equilibrado o armonioso. Se prefiere apelar a la lectura intelectual que a la contemplación. El artista busca que el espectador se implique, se rompa la cabeza o tenga reacciones de otra índole.
La fotografía no escapa a esta tendencia. 
Observo los libros de fotografía actual que publican las principales editoriales especializadas. O las reseñas de los críticos que destacan la obra de tal o cual fotógrafo. O los fallos de los jurados en concursos. Cuando veo las fotografías publicadas, alabadas o premiadas, me produce desasosiego. No consigo destilar lo que el fotógrafo pretende transmitir. O, sin andarme con rodeos, me produce repulsión ver que lo desagradable, lo insustancial, la anécdota subjetiva, la antiéstetica o un pretendido juego intelectual se considere arte y sea apoyado y divulgado como tal por un reducido grupo de especialistas que pretenden ser la guía de la fotografía actual.
Y digo reducido grupo, porque si observamos lo que a la mayoría de gente que ama o practica la fotografía le gusta, veremos que la belleza, en sus muchas formas de entenderla, sigue siendo un aspecto muy valorado y deseado. Redes fotográficas como 500 px, Flickr o SmugSmug están llenas de preciosos paisajes, puestas de sol, excelentes imágenes en blanco y negro, macrofotografía, etc. Nos maravilla verlas. Gozamos contemplándolas. Queremos hacer fotos como esas. No creo que ninguna foto de esos vanguardistas fotógrafos tan ensalzados consiga tanta aceptación en alguna de esas redes, como la que consiguen a diario fotógrafos más humildes con sus fotos armoniosas, bien encuadradas, claras, y reconfortantes de observar.
Me cuesta imaginar un mundo que no ensalce y valore la belleza. Si tenemos que estar rodeados de racionalidad, visceralidad, subjetividad, juegos intelectuales, ensalzamiento de lo desagradable, visiones tan personales que solo el artista las entiende, se nos va a poner cara avinagrada a todos.
Estoy de acuerdo en que la belleza no es siempre el principal objetivo de la fotografía. Un reportero busca la objetividad en la escena que fotografía. No puede hacer esa escena más o menos hermosa. En streetphoto se busca lo impactante de lo cotidiano. Aunque sin embargo, es de agradecer que certámenes tan importantes como Word Press Photo valoren mucho la composición y premien obras de arte más que fotografía periodísticas. Y, en cuanto al streetphoto, merece la pena recordar la obra de los clásicos de esta disciplina. Ellos también incorporaban a sus recursos la buena composición, el equilibrio, la armonía. Ellos también buscaban la belleza en lo cotidiano.

He elegido esta foto, tomada en Playa de la Barceloneta de Barcelona en diciembre de 2012. porque al observarla, siento tranquilidad y relajación. Como si estuviese en la orilla escuchando el mar y viendo la puesta de sol. Cosa hermosas.


Fujifilm X-10

ISO 100, 7,1mm

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